By Cyndi Malasky, Witness for Peace Nicaragua Team
“A non-violent
construction of gender identity must include not only female liberation, but
also total transformation of gender in society. A new masculinity.” Mónica
Zelaquette
With the topic of gun
control at the forefront of national debate, now is a critical time to push for
a holistic reform of our national strategy for reducing violence. There has
been a positive swing in the media and among legislators from a debate solely
focused on enforcement and incarceration, to one including the topic of violence
prevention. We must demand violence prevention efforts be focused on
community-based organizations that take a holistic approach to reducing
violence in their own communities.
Mónica Zelaquette from the
Center for Prevention of Violence (CEPREV) in Managua, Nicaragua warns that
strategies for violence prevention must not only work to get young people off
the street, but also address the root of violence in our society.
Transformation of gender norms, Mónica agues, must be central to any approach
for reducing violence. She insists that the transformation of gender identity
must not only be characterized by female liberation, but also a new
masculinity.
Mónica is highly critical
of the U.S.' strategy for combatting drug trafficking. The "mano
duro" or strong handed policies employed by the U.S. for addressing drug
trafficking both domestically and internationally, she attest, both models and
perpetuates traditional gender construction.
While military
intervention in many other countries in the region has left thousands dead and
even more displaced, Nicaragua remains the safest country in region. Mónica,
who has been working in the field of violence prevention since the end of
Nicaragua's revolutionary period, affirms that the efforts of organizations
like CEPREV have been far more effective in reducing violence than the U.S.
sponsored "War on Drugs."
Since its inception in
1997, CEPREV has seen violence drastically decreased in the 36 neighborhoods of
Managua where they have focused their programming. Militarization has not been
successful in reducing drug trafficking, but CEPREV's workshops and simple colorful
manual have inspired hundreds of young men to leave drug trafficking and gang
membership behind. Organizations like CEPREV have proven that the ‘war against
drugs’ cannot rely on bullets.
In many communities, both
in Nicaragua and the United States, being born into a male body is dangerous.
Young boys have it drilled into them by family, schools, and even political
propaganda that they must be tough, emotionless, never lose, never cry, and
never show weakness. The number of men who die a year defending their
‘manliness’ can't be quantified, but Mónica often sites that for every woman
who dies a violent death, seven men die every year. A recent program produced
by National Public Radio's This American Life tells the story of a school in
Chicago whose male students are identified as part of their neighborhood gang
no matter their participation in the activity of the gang. The fact that their
house is located on a certain street makes them a target for opposing groups.
These aspects aren't only evident in gang culture, Mónica argues, they are
enforced and perpetuated by the authoritarian family, school, and government.
CEPREV’s model addresses
the influences of patriarchy at every level, from the nuclear family, to the
national government. The backbone of the organization is the groups of
non-violence promoters they have helped to form in each neighborhood. The
promoters work closely with psychologists to facilitate workshops in the
community and mediate between small street gangs. Many of the promoters are
members of the Movement of Young People for Peace Leaving Behind Violence,
whose formation was facilitated by CEPREV. The movement is made up of former
gang members who have decided to put down their weapons and are now
non-violence promoters in their own neighborhoods.
Another essential part of
the CEPREV methodology is training "multipliers" or teachers, police officers,
and community leaders who not only need to be aware of the effects of
patriarchy on their own formation, but also can work to change these norms
through their interactions with community members. Finally Mónica is very
active in doing what she calls political advocacy, or facilitating workshops
with political leaders and high-up gang members all across Central America. She
is known for bringing the most stone faced generals and state functionaries to
tears when reflecting on the emotions they had held due to their understanding
that to express emotions would make them less of a man. She attests that her
involvement with the department of defense and police of El Salvador played an
important role in facilitating the recent truce between gangs in El Salvador.
Though it is impossible to quantify precisely the violence that CEPREV has
prevented, Mónica and her coworkers have witnessed drastic transformations in the
communities with which they work.
What would happen if U.S.
Drug Policy makers invested in a war against the root causes of violence?
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Con el tema
del control de armas como centro del debate nacional, ahora es un momento
crítico para impulsar una reforma integral de nuestra estrategia nacional para
reducir la violencia. Ha habido un cambio positivo en los medios y entre los
legisladores: de un debate centrado exclusivamente en la ejecución y
encarcelamiento, a uno que incluye el tema de la prevención de la violencia.
Debemos exigir esfuerzos de prevención de la violencia que se centren en las
organizaciones comunitarias que adoptan un enfoque integral para reducir la
violencia en sus propias comunidades.
Mónica Zalaquette
, del Centro de Prevención de la Violencia (CEPREV) en Managua, Nicaragua, señala
que las estrategias para la prevención de la violencia no sólo deben enfocarse
en sacar a los y las jóvenes de la
calle, sino también, abordar las causas de la violencia en nuestra sociedad. La
transformación de las normas de género, según la opinión de Mónica, es clave
en cualquier estrategia
para reducir la violencia. Además insiste en que la transformación de la
identidad de género no sólo debe estar caracterizada por la liberación
femenina, sino también por un nuevo concepto masculinidad.
Mónica es muy
crítica respecto a las estrategias que implementa los EE.UU. para luchar contra
el tráfico de drogas. La política "mano dura" empleada por los EE.UU.
para enfrentar el tráfico de drogas, tanto a nivel nacional como internacional,
dice Mónica, es una copia y perpetúa la continua la tradicional de género.
Aunque la
intervención militar en muchos otros países de la región ha dejado miles de muertos
y aún más desplazados, Nicaragua sigue siendo el país más seguro de la región.
Mónica, quien ha estado trabajando en el campo de la prevención de la violencia
desde el final del período revolucionario de Nicaragua, afirma que los esfuerzos
de organizaciones como CEPREV han sido mucho más eficaces en la reducción de la
violencia que la "Guerra contra las drogas" patrocinado por los EE.UU.
Desde su
creación en 1997, el CEPREV ha sido
testigo de la drástica disminución de violencia en los 36 barrios de Managua
donde ha concentrado su trabajo. La militarización no ha tenido éxito en la
reducción del tráfico de drogas, pero los talleres del CEPREV y su manual
sencillo y colorido han inspirado a cientos de jóvenes dejar el tráfico de
drogas y la pertenencia a las pandillas. Organizaciones como CEPREV han
demostrado que la "guerra contra las drogas" no puede depender de las
balas.
En muchas comunidades,
tanto en Nicaragua como en los Estados Unidos, nacer con un cuerpo masculino es
peligroso. A los
muchachos se les enseña en la familia, en la escuela, e incluso a través de la
propaganda política, que deben ser rudos, sin emociones, nunca perder, nunca
llorar y nunca mostrar debilidad. El número de
hombres que mueren al año defendiendo su 'hombría' no puede ser cuantificado,
pero Mónica muchas veces cita que por cada mujer que muere violentamente al
año, mueren siete hombres.
Un programa
recién producido por National Public Radio (Radio Pública Nacional) llamado This
American Life (Esta Vida Americana) narra la historia de una escuela de Chicago
cuyos estudiantes varones están identificados como parte de la pandilla del
barrio sin importar si son parte de esta o no. El hecho de que sus casas estén
ubicadas en una calle determinada los convierte en un blanco para la pandilla opositora.
Estos aspectos no solo son evidentes en la cultura pandillera, Mónica sostiene que
también son ejecutados y perpetuados por la familia, la escuela y el gobierno
autoritarios.
El modelo de
CEPREV aborda la influencia del sistema patriarcal en todos los niveles, desde el
núcleo familiar hasta el gobierno nacional. La fuerza de la organización viene
de los grupos de los y las promotores de la no-violencia que el CEPREV ha
ayudado a formar en cada barrio. Los promotores trabajan en colaboración con psicólogos
para facilitar talleres en la comunidad y mediar entre las pequeñas pandillas.
Muchos de los promotores son miembros del Movimiento de Jóvenes por la Paz,
cuya formación fue facilitada por CEPREV. El movimiento está formado por ex
miembros de pandillas que han decidido dejar las armas y que ahora son
promotores de la no violencia en sus propios barrios.
Otra parte
esencial de la metodología de CEPREV es el entrenamiento de
"multiplicadores" estos son maestros/as, policías y líderes de la
comunidad que no solo necesitan ser conscientes de los efectos del sistema patriarcal
en su propia formación, sino que a la vez trabajar para cambiar estas normas a
través de sus interacciones con miembros de la comunidad. Finalmente Mónica es está
muy comprometida en hacer lo que ella se llama incidencia
política, es decir, facilitando talleres con líderes políticos y
pandilleros de alto rango por toda América Central. Ella es conocida por hacer
que los generales y funcionarios estatales más serios, lloren reflexionando
sobre las emociones que habían contenido debido a su formación, la cual les
había ensañado que expresar emociones les haría menos hombres.
Ella da fe que su participación en el
departamento de la defensa y de la policía de El Salvador jugó un papel
importante en la facilitación de la tregua entre las pandillas que ocurrió
recientemente en El Salvador. Aunque es imposible cuantificar con precisión la
violencia que el CEPREV ha prevenido, Mónica y sus compañeros de trabajo han
sido testigos de las drásticas transformaciones en las comunidades donde
trabajan.
¿Qué pasaría
si las y los diseñadores de la política antidroga de los Estados Unidos
invirtieran en una guerra contra las causas de la violencia?
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