por James Hutter
Es dificil imaginar un pueblo sin
hombres. Es notable la gente que camina en las calles, pero hacia cualquier
punto donde se dirija nuestra mirada, solo podemos ver mujeres, niños y ancianos.
No cabe en mi imaginario pensar una comunidad sin hombres con una rutina
cotidiana de trabajo o simplemente caminando. Una mirada más de cerca revela
que muchos de los edificios y las viviendas contrastan el uno con el otro, pues
es notable la elegancia de algunas viviendas de migrantes en comparación con
otras que reflejan la pobreza. Sólo después de hablar con los habitantes de San
Francisco Tetlanohcán pudimos entender el contexto de este pueblo sin hombres,
un efecto que ha provocado el flujo migratorio, principalmente a los Estados
Unidos.
En las diferentes experiencias que me
tocó vivir en este viaje, pude entender que el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) es un tema central que ha provocado la caida de la
agricultura tradicional en el campo mexicano, causa principal que ha dejado a
pueblos enteros sin hombres jovenes. La migración se dio en un primer momento a
las ciudades mas cercanas como la ciudad de Puebla y el Distrito Federal. Las
causas de la migración en el mundo entero responden a politicas económicas que
tienen que ver con los costos de la fuerza laboral y la migración de
trabajadores implica un pago por debajo de lo establecido en los paises
desarrollados. El fenomeno de la migración se agudizó en 1994 cuando entró en
vigor el Tratado de Libre Comercio, lo cual provocó una devaluación de la
moneda mexicana y despojó a cientos de comunidades de sus tierras provocando
una migración masiva principalmente hacia los Estados Unidos.
Actualmente, Tetlanohcán es un pueblo de aproximadamente 10.000
habitantes. El maíz es un elemento principal en la dieta de este pueblo, como
en la mayoría de los mexicanos, no obstante, son muy pocos los que hoy en día
producen, y en su mayoría es para autoconsumo. La desregulación de los precios
de Estados Unidos y Canadá provocaron que en México se abandonara el campo.
Algo que llamó la atención de los ancianos en estas comunidades es la fragmentación
de sus pueblos y por ende su desaparición.
El contraste de la gente que migró
hacia Estados Unidos y la gente que permaneció en esta comunidad, ha marcado
una gran diferencia en el sentido de las condiciones de vida que comparten cada
uno. Las familias que reciben remesas de los Estados Unidos han mejorado en
algún sentido sus vidas en comparación de otros miembros de la comunidad. No
obstante, los migrantes tienen que pagar el costo. El fenómeno de las remesas ha
creado dos clases de personas en la ciudad (las que reciben dinero y las que no
lo reciben). Esto ha provocado una
cierta fricción entre los pobladores, lo cual ha debilitado su tejido social.
Los miembros de esta comunidad ya no quieren que sus familiares sigan
migrando hacia Estados Unidos, los efectos han sido la fragmentación de las familias. Una
vez separados estos familiares, es casi imposible que puedan visitarlos por las
severas restricciones que exige este país para obtener una visa.
La situación que se vive en Tetlanohcán
es una de tantas realidades que se comparten en la cotidianidad mexicana. Mi experiencia durante este viaje fue muy
conmovedora al grado de haberme sensibilizado. Las historias que escuchamos fueron
a menudo desgarradoras, y casi nunca hubo finales felices.Tambien me quedó
claro que los pueblos entienden la problemática que están viviendo por los
efectos de la migración y por tanto se muestran más preocupados para buscar
otras opciones que permitan una major calidad de vida.
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