Dígale a su miembro
del Congreso que, de acuerdo con la Ley de Leahy, suspenda inmediatamente la
ayuda, incluidas las municiones, a la unidad antidisturbios de la ESMAD de la
Policía Nacional Colombiana.
Acción Permanente por la Paz está seriamente perturbada
por el uso de municiones
estadounidenses -específicamente los gases lacrimógenos y las balas
de goma- en la violenta represión estatal del Paro Cívico en la ciudad de
Buenaventura. El puerto afro-colombiano históricamente ha sido abandonado,
empobrecido y asolado por el conflicto.
El martes 16 de mayo de 2017, aproximadamente
89 organizaciones de la sociedad civil, unidas bajo la figura del Comité del Paro Cívico,
iniciaron un paro
cívico indefinido en Buenaventura. El viernes 19 de mayo, la
Policía Nacional y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) atacaron un
bloqueo pacífico, utilizando gas lacrimógeno, helicópteros, bombas aturdidoras
y balas de goma contra niños, mujeres embarazadas, jóvenes y ancianos. Trágicamente, el martes 30 de mayo, nuestra
organización acompañada colombiana, La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, también nos
informó que en el contexto de esta intensa represión, dos
residentes de Buenaventura fueron asesinados por el grupo paramilitar Gaitanista.
Y al menos seis personas han sido reportadas heridas desde que el ESMAD comenzó
a disparar contra civiles con armas de fuego, comenzando en la madrugada del
miércoles 31 de mayo.
Después de los ataques del 19 de mayo, Acción
Permanente por la Paz pidió a los funcionarios
del Departamento de Estado de los Estados
Unidos y a la dirección del Congreso que presionaran al gobierno colombiano
para que lograra una solución pacífica a los auténticos problemas planteados
por el paro cívico. Desafortunadamente, a medida que la violenta represión
estatal ha continuado, el gobierno colombiano ha negado repetidamente la
solicitud del Comité Cívico de declarar una emergencia económica, social y
ecológica. Y los informes han proliferado
sobre el l ESMAD usando fuerza indebida, incluyendo el uso de los gases
lacrimógenos y las balas de goma, contra la comunidad afro-colombiana que protestaba
pacíficamente en las calles, así como contra miembros de la comunidad (niños
entre ellos) en sus hogares. Lamentablemente,
esta represión violenta se utiliza efectivamente para facilitar la continuación
de los intereses de empresas privadas quienes benefician del uso del puerto. ¡Dígale
al Congreso que esto debe parar!
Fotos de las latas de gas lacrimógeno
recogidas de estos ataques muestran que están inscritas con la insignia de la
línea de sistemas combinados tácticos (CTS) de la compañía estadounidense de
productos de seguridad Combined Systems, Inc. (CSI).
Las protestas en desarrollo en el puerto afro-colombiano
de Buenaventura subrayan que la ayuda de los Estados Unidos al ESMAD está directamente
en conflicto con los $20 millones de dólares asignados bajo el Fondo de Apoyo
Económico para el año fiscal 2017, el cual el Congreso ordenó distribuir a las
comunidades afro-colombianas e indígenas. La ayuda estadounidense sería mejor
empleada para atender las demandas de las manifestaciones, en lugar de
reprimirlas.
A pesar de la represión por parte del Estado
colombiano, las manifestaciones de unidad de la comunidad han continuado, y las
conversaciones han avanzado entre el Comité del Paro Cívico y los
representantes del gobierno. El 29 de mayo, los negociadores acordaron crear un
fondo especial para ayudar a resolver los problemas sociales, ambientales y
económicos dentro de la región. Pero
la represión debe detenerse para que se realice un progreso real.
Estamos en solidaridad con nuestros socios
colombianos que arriesgan sus vidas para defender a sus comunidades y regiones:
¡dígale
a su representante que deje de ayudar al ESMAD represivo ya!
En solidaridad,
Acción Permanente por la Paz