
Recientemente regresé de una delegación de diez días a Cuba con 14 personas que se centró en la agricultura sostenible. Llegar allí fue un proceso complicado que implica una gran cantidad de papeleo que era fuera de proporción con el vuelo rápido de 45 minutos de Miami a La Habana. Viajamos a través de la ONG Acción Permanente por la Paz que tiene una licencia que se llama Persona a Persona y permite viajes de grupos a Cuba, que es una de las pocas maneras para que ciudadan@s estadounidenses viajen legalmente allí. El gobierno de Kennedy instituyó una prohibición de viajar en 1963, en el momento tenso y confuso después de la revolución cubana y la crisis de los misiles. Al día de hoy, el pequeño pais de Cuba es el único país en el mundo al que l@s ciudadan@s de los Estados Unidos no pueden visitar. En encuesta tras encuesta, la mayoría de l@s estadounidenses no comparte ésta política. Sin embargo, debido a las políticas anticuadas y reaccionarias, en gran medida dominadas por unos pocos cubano-americanos de la ultra derecha del estado tan importante en las elecciones parar el presidente, la Florida, la idea de siquiera revisar las reglamentaciones de viaje parece imposible.
Durante nuestra estadía en La Habana, mi grupo visitó la Sección de Intereses de EE.UU., que es similar a una embajada (aunque no legalmente una embajada, ya que técnicamente no hay relaciones diplomáticas entre los dos paises). Tuvimos la oportunidad de pasar una hora hablando con un funcionario de EE.UU. sobre las relaciones entre Cuba y los EE.UU. Para muchas preguntas que hicimos, tuve la oportunidad de escuchar su perspectiva y entender de dónde venía, aunque yo no estaba de acuerdo con él. Sin embargo, cuando le preguntamos sobre la prohibición de viajar, no había lógica clara y no nos dio respuestas satisfactorias sobre el propósito de continuar restringiendo la libertad de l@s ciudadan@s estadounidenses de viajar libremente. Muchas personas denuncian violaciones de los derechos humanos y la represión política. Este es un tema muy importante que cualquier persona que viaje a Cuba debe ser consciente y se le debe preocupar. Sin embargo, seguramente no podría argumentar que las dictaduras violentas en Arabia Saudita, Sudán y Zimbabwe no también abusan de los derechos humanos, ¿Entonces, por qué se puede que subir a un avión a Riad? El antiguo pretexto de la guerra contra el comunismo también se cae cuando ya que tenemos una relación tan importante con China y estamos negociando acuerdos comerciales con Vietnam - un país donde hubo una guerra larga y sangrienta, en un intento de evitar el comunismo, pero no hay restricciones para viajar alli. A nadie se le ocurriría prohibir viajar a los países escandinavos, donde hay gobiernos socialistas. Dado que tres millones de turistas visitaron Cuba en el año 2012 de todos los demás países del mundo, es probable que podemos renunciar a la pretensión de tratar de dañar su economía.
Cuba no es perfecta. Existen serias preocupaciones de derechos humanos, no hay libertad de prensa y otras cuestiones que hay que tener en cuenta si usted decide visitar. Sin embargo, también hay lecciones que podemos aprender, y que les podría enseñar, en un intercambio libre y abierto de personas, tecnología y conocimiento. Ya no le toca al gobierno de los EE.UU. legislar a donde l@s ciudadan@s estadounidenses pueden y no pueden viajar - se nos debería permitir tomar estas decisiones de nuestra propia voluntad.
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